Mis datos

¿Cómo soy?

Mi historia

Mía vagaba asustada por un pueblo de la sierra de Madrid. Estuvo varios días sin que nadie pudiera cogerla. Su rescate no fue fácil, pero, como suele ocurrir, con paciencia, tiempo y cariño poco a poco Mía fue dejándose querer. No es que estuviera entusiasmada con la idea de irse con ningún ser humano , pero algo vio en nosotras que le hizo pensar "mejor con ellas que por ahí sola". Los primeros días fueron difíciles, pues no confiaba en nadie y nos ladraba cada vez que nos veía. De puro miedo la pobre. Poco a poco y con ayuda de Luca (nuestro maravilloso Luca) se ha ido soltando la melena y está cada vez más relajada. Juegan mucho y se están haciendo muy amigos. Necesitamos una casita para Mía donde poder seguir avanzando en esa confianza que su mala vida le ha hecho perder. Mia, poco a poco, nos va mostrando su verdadera versión, ese lado bonito y amable que llevan todos los perros consigo. ¿Nos ayudas a encontrar hogar a esta preciosidad?