Mis datos

¿Cómo soy?

Mi historia

Vamos en busca del amor verdadero. El día que nos conocimos fue cuando en aquella sala de espera un tipo preguntaba cuánto costaba una eutanasia. Ella esperaba en el maletero del coche, medio ida. Los veterinarios, en mitad de aquella operación de peritonitis llamaron para preguntar si quería que cerrasen y preparasen su muerte humanitaria, porque no iba a sobrevivir por más que lo intentaran. Tres semanas después, cuando le daban el alta, aún no se lo explicaban. Decían que de algo así sólo podría salir un Bullterrier pero yo supe, entonces y ahora, que fueron sus ganas de vivir. Hace casi dos años se marchó adoptada con un contrato firmado y un montón de promesas bajo el brazo, y hace unos meses regresó, con ese contrato incumplido y todas las promesas rotas. De Vilma sólo se pueden decir cosas bonitas, es una perrita extraordinaria con la suerte en contra. Tiene aproximadamente siete años y muchas ganas de comerse el mundo, no es compatible con gatos pero se lleva genial con otros perretes. Como buena Bullterrier, es muy activa y terriblemente cabezota. También es inteligente, divertida, noble como pocas y enamorada de la vida.