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¿Cómo soy?

Mi historia

Neo llegó en un estado de salud bastante preocupante, ya que su cuerpo luchaba contra la leishmania que sin tratamiento avanzaba a pasos agigantados. Tras varios meses de medicación y una buena alimentación, su recuperación fue considerable y ahora tiene una vida completamente normal. Neo es un bodeguero muy alegre y juguetón. Cuando juega a la pelota, ladra y ladra para que se la tires, es incansable, en esos casos hay que pararlo y tranquilizarlo con un buen masaje o cambiar de juego. En sus paseos con los voluntarios es obediente y pasea tranquilo olfateando y disfrutando. Necesita medicación diaria.