Mis datos

¿Cómo soy?

Mi historia

Queca tiene el alta definitiva de sus ojitos bellos y con esto y un bizcocho nos ponemos a buscar familia como locos. Es que hace ya un año que llegó toda calva y llena de pena y de esa perrita no queda nada. La de ahora es un tanque con una seguridad envidiable y una personalidad muy definida, que se hace notar y se presenta sola porque cómo va a ser que alguien no la salude y le diga que jamás había visto un torito miniatura más bonito. No es mucho pedir tampoco, es cosa de tener un poco de educación y de buen gusto vamos. Queca tiene unos cinco años aproximadamente y una piel atópica que la vestirá el resto de su vida por lo que su futura familia debe tener capacidad económica para mantener su tratamiento (una inyección mensual que hace que no se rasque) y paciencia si en los cambios de estación recae en los picores. También tiene síndrome de ojo seco y necesita lágrimas artificiales y una pomada oftálmica humectante para que sus ojitos negros sigan brillando tanto como ahora y una buena dieta hipoalergénica. La lista de requisitos sigue, que Queca vale millones (literalmente 😂) y no se va a conformar con cualquier cosa, te quiero decir, se libró de seguir siendo esclava en un criadero ilegal y ha pasado un año esforzándose mucho por ser una perrita de bien, está en su derecho de pedir: humanos con ganas de compartir tiempo de calidad, dar muchos paseos, hacer excursiones y quererla muchísimo y para siempre. Queca puede vivir con perros preferentemente pequeños o de su estatura vamos, porque con los grandes le sale el venazo de perrita de barrio y se pone bastante pesada. Con gatos no está probada, de ser necesario se haría prueba pero vamos, es compatible seguro lo que no sé es si el gato en cuestión no empezaría a buscar anuncios de pisos compartidos para mudarse.