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¿Cómo soy?

Mi historia

Este es León, nuestro oso de tres patas. Este hermosísimo perro lleva en su cuerpo las marcas de la maldad humana. Una patada lo dejó sin un ojo, y un accidente lo privó de una de sus manos. Pero sin embargo León es un perro sumamente felíz, siempre dispuesto a buscar mimos y jugar con uno cuando visitamos su canil, moviendo su cola con alegría inmensa. Pareciera no recordar cada minuto de dolor vivido en esta vida, ya que busca el contacto con nuestra mano, nuestras caricias, y por momentos corretea alrededor nuestro sin que se note para nada que no tiene una manito. Merece una familia que pueda ver más allá de todo lo que muestra su cuerpo y se enamore del León que veo todos los días, un perro dispuesto a olvidar que somos quienes en algún momento lo hicimos sufrir, dispuesto a entregar su corazón nuevamente a quién lo ame sin reparos. Se lleva bien con otros machos y hembras, con quienes convive perfectamente, su inseparable compañera Cacha, quien fue su sostén ni bien ingresó al refugio ya se adoptó. Está castrado, vacunado y desparasitado. Tendrá alrededor de tres o cuatro años.