Mis datos

¿Cómo soy?

Mi historia

Para un perro los días pasan porque el sol se esconde, porque los voluntarios vienen y por el mismo camino se van, hasta el día siguiente. Para Blanca los días ya no pasan, no importan, lleva tantos en el refugio que duplica o triplica el tiempo que algunas personas llevamos como voluntarios. Para una perra como ella ya no pasa nada. Podríamos decir que "vive", pero no queremos conformarnos con esta vida para ella. Es el caso más difícil del refugio Tristemente, lo más probable es que Blanca nunca vea el amor de una casa. Es miedosa, grande, gruñe de miedo y desconfía, pero detrás de los traumas y miedos que las personas le hemos causado hay un animal maravilloso y nos gustaría que recibiera algo de amor, como a todos, acorde a ella. Necesita alguien que entienda esto y que quiera trabajar con ella para descubrir ese corazón que se esconde detrás. Es difícil cambiar esa vida, le costará acostumbrarse, le costará recibir amor y confiar, pero si lo consigues será de las experiencias más valiosas que vas a guardar el resto de tu vida. Estarás salvando un animal que realmente está condenado de por vida a vivir en la marginación, olvidada, que el único contacto que tiene es el de las treinta personas (que cambian a lo largo del tiempo) que le ponen un plato de comida a la mañana y la tarde.