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Mi historia

El perrito fue visto perdido por la orilla de una carretera comarcal en una zona sin viviendas donde sólo había alguna nave comercial. La compañera detuvo su coche y lo recogió porque se le acercó con confianza. Después comprobamos que no tenía chip y tras poner anuncios de su pérdida pasó el tiempo y nadie lo reclamó. Se veía claramente que era un perrito casero, es muy cariñoso, dócil, que te sigue a todas partes y muy tranquilo, pasea sin tirar de la correa y pasa el resto del día tumbado. Por suerte, la compañera lo acogió en su casa y ha estado conviviendo con otros perros y gatos sin el más mínimo problema. Le hicimos una analítica y se le trató una infección leve de la que se recuperó perfectamente. También está castrado. Su tamaño y carácter hacen de él un buen perro, muy manejable y sobre todo muy fiel, que puede quedarse solo y no ladra. Pensamos que es el perrito ideal para una familia que tenga hábitos tranquilos, paseos y vida incluso sedentaria. Pero lamentablemente, su acogedora se cambia de domicilio y no puede llevarlo con ella, ello supone que podría tener que entrar en el refugio y para un perrito tan doméstico y dócil, vivir en el refugio -aunque le cuidaríamos muy bien- sería una gran pérdida y tristeza. Nos gustaría encontrar una familia que lo cuide y a la que pueda entregar su cariño y disfrutar juntos de su buen carácter.