Mis datos

¿Cómo soy?

Mi historia

De vuelta por San Vicente hay una luna menguante en lontanaza y bajo la misma, a pie de escalera una figura felina que conforme avanzo viene hacia mí pidiendo auxilio. No sé las horas que llevará ahí, ni a cuantos vecinos se ha acercado, pero ahí sigue. Pequeña, asustada, vulnerable y consciente de ello, maúlla con miedo, con temor, con angustia que no son sentimientos únicamente humanos. Paro a ver quién es y qué le pasa. Y no puedo seguir mi camino sin ella, sin darle al menos el calor de un techo y la seguridad de un comedero y un bebedero mientras le encontramos familia. Es una gatica mediana, no sé que edad pueda tener, pero poca, alrededor de un añito. Es claramente un abandono.