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¿Cómo soy?

Mi historia

Milo fue abandonado por sus dueños en una colonia. Les dió igual que fuera un gato casero, su pelo largo y blanco incompatible con la calle, y sus escasas habilidades de supervivencia. No sabemos si ya tenía leucemia o se contagió en la calle. Fue rescatado en muy malas condiciones, los dientes los tenía tan horrorosamente mal que hubo que extirparlos todos. Y de remate tenía sendos pólipos en los oídos que también hubo que extirpar. Tenía tantos nudos y tanta roña que hubo que raparle. Por suerte ahora ya está recuperado, el pelo le está volviendo a crecer suave y precioso, y está listo para darle todos los mimos a su nueva familia.